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LA FAGEDA, UN CASO DE ARMONÍA ENTRE IMPACTO SOCIAL Y GESTIÓN EMPRESARIAL

Actualizado: 8 may 2024

En esta nueva entrada del blog se presenta un ejemplo único sobre cómo es posible obtener una buena rentabilidad al tiempo que se desarrolla, como primer objetivo, una acción social.

La Fageda tiene una estructura jurídica de fundación, pero no por ello descuida su gestión empresarial que es considerada un medio insustituible para alcanzar el impacto social que persigue: mejorar la vida de personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental y de otros colectivos vulnerables. Para conseguirlo, compagina perfectamente la obtención de una rentabilidad financiera con el uso de una mano de obra que, inicialmente, parece ser menos eficaz que la de sus potenciales competidores. Pero es que, además, este equilibrio entre rentabilidad y acción social se consigue utilizando como argumento clave de venta la calidad de sus productos, renunciando así a un marketing basado en su impresionante labor social .


Para tratar de conocer mejor las claves de su éxito hablo con su Directora Financiera.


Entrevisto a Laura Grabulosa

 

La Sra. Grabulosa es Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat Pompeu Fabra. Realizó un intercambio con la Bentley University Business School de Boston. Tras diversas experiencias profesionales, que enriquecen su trayectoria, se incorpora a La Fageda en el año 2015 .


Fotografía cedida por La Fageda


La obtención de los fondos necesarios para su actividad.

 

Cristóbal Colón funda La Fageda en 1982 utilizando un local cedido, en un antiguo convento, por el ayuntamiento de Olot. Quince personas afectadas con trastornos mentales severos le acompañan en ese momento con la idea de no volver a utilizar los centros psiquiátricos, habituales en la época, y buscar una alternativa que les permita tener una vida digna. Las actividades se inician realizando trabajos de jardinería. En 1984 se consigue un préstamo bancario al 17% de interés (son los años 80) que les permite acceder a la actual finca de la Garrotxa. El resto de los fondos y las ayudas necesarias para realizar su actividad, obtenidas a lo largo del tiempo, tienen orígenes diversos: reinversión de los beneficios, ayudas públicas -algunas de la CEE-, otras fundaciones…

 

¿Qué hubiera sido diferente de tener como propietarios a unos accionistas capitalistas en lugar de una Fundación?

El hecho de ser una entidad sin ánimo de lucro, y en concreto una fundación, implica que el 100% del excedente se queda en el propio proyecto, para fortalecerlo y poder mejorar y atender a nuevas necesidades de las personas de colectivos vulnerables.


Una Fundación implica que no hay propietarios ni accionistas, por lo cual tampoco se reparten dividendos. Por el contrario, una sociedad mercantil con ánimo de lucro generalmente busca maximizar el retorno financiero de su inversión, por lo que puede implicar tomar decisiones que prioricen el crecimiento de los ingresos, la maximización de los beneficios y la creación de valor para los accionistas a corto plazo. Esto no es el caso de una Fundación. En la Fageda tenemos un fin fundacional muy claro y una mirada más a largo plazo. Esto nos impacta de manera directa en las priorizaciones y objetivos que nos marcamos.


La Fageda vende sus productos en los mismos lineales que reputadas empresas -como Danone o Nestlé-, y lo hace a un precio que puede llegar a estar un 40% por encima de su competencia más directa. Manteniendo este rango de precios, el crecimiento de su volumen de ventas ha llegado a ser de dos dígitos en algunos años. Eso sí, sus productos son considerados de muy alta calidad y casi artesanales.

 

¿Qué valoran los consumidores cuando compran los productos de La Fageda?

Los consumidores valoran la calidad de nuestros productos, elaborados con ingredientes naturales y de altísima calidad. Es imprescindible para nosotros trabajar con proveedores de proximidad y confianza.


La leche, principal ingrediente para la fabricación de los lácteos, es de proximidad. Una parte es de las vacas que tenemos en nuestras instalaciones, y otra viene de una cooperativa de la Garrotxa. Contamos con la certificación de Bienestar Animal, lo que implica las condiciones adecuadas para los animales, lo que incluye acceso a pastos naturales, espacio suficiente para moverse y descansar, así como la atención veterinaria adecuada.


Para la Fageda es estratégica la relación a largo plazo con los ganaderos, y por ese motivo pagamos un precio justo que garantice la sostenibilidad de todos ellos. Estamos convencidos que los consumidores también valoran en el momento de elegirnos el propósito que alberga el proyecto.

 

Alguien podría decir que las subvenciones y ayudas que recibe La Fageda -de las diferentes Administraciones Públicas- ayudan a compatibilizar un buen rendimiento financiero con una acción social importante. Pero esta situación, aparentemente ventajosa, no se daría en la misma medida en empresas que quieren mejorar su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa mejorando en sus aspectos sociales. Este razonamiento justificaría -en parte- una escasa acción social en las empresas, ya que esta podría estar mermando los beneficios.

 

¿Cómo repercuten en los beneficios todas las ayudas públicas, subvenciones, etc. que recibe La Fageda?

El objetivo de La Fageda es mejorar la calidad de vida de personas en situación de vulnerabilidad. Uno de los ejes, entre otros, es a través de la actividad laboral. La mayoría de los puestos de trabajos de las diferentes actividades del proyecto están ocupados por personas con discapacidad, trastorno mental o en riesgo de exclusión social. Estas personas ocupan puestos de trabajo reales y con sentido, por lo que tienen un contrato laboral y cobran un salario cada mes.


La Fageda cumple los requisitos para ser considerado un Centro Especial de Empleo, y para ello, recibe unas ayudas de la Administración Pública para fomentar la inserción como cualquier otro CEE. Estas ayudas son importantes para compensar una parte del coste laboral y de la red que necesitan estas personas (educadores y trabajadores sociales, psicólogos, etc) para poder desarrollar sus capacidades en su día a día. Las ayudas recibidas no llegan al 8% de los ingresos totales.


La sostenibilidad económica de la Fageda no se basa en las ayudas públicas, sino en los ingresos de la propia actividad, lo que demuestra la capacidad para generar impacto social de manera autónoma y económicamente sostenible a largo plazo.

 

Las cuestiones sociales (ASG)

 

Para La Fageda esto no es un asunto más, es la razón de su existencia. Su dedicación a personas con enfermedad mental, discapacidad psíquica y a otras de colectivos vulnerables -dándoles una oportunidad laboral y una asistencia específica- está en el centro de su misión. Pero en La Fageda no se practica el paternalismo, y los trabajadores deben realizar su trabajo con excelencia para poder competir en el mercado. Quizás se trata de un planteamiento que se retroalimenta: los buenos resultados incentivan a los trabajadores a hacerlo mejor.

 

¿Cómo se consigue la eficacia profesional, que requiere el mercado, con personas que tienen limitadas sus capacidades?

La eficacia profesional con personas que tienen capacidades distintas se logra mediante una combinación de enfoques centrados en la inclusión, la adaptación y el desarrollo de habilidades, siempre en el marco de un acompañamiento muy personalizado. Por ejemplo, es fundamental reconocer y valorar las habilidades y capacidades únicas de cada individuo. Esto implica identificar las fortalezas de cada persona y asignar roles y responsabilidades que se alineen con sus habilidades y capacidades.


Otro aspecto importante es la adaptación del entorno laboral adaptándolo a las personas (y no al contrario). Necesitamos tener una variedad amplia de puestos de trabajo para que cada uno pueda encontrar su lugar.


En la Fageda no todo han sido buenos momentos. Se han pasado crisis, se han lanzado productos que no han sido exitosos -o que han dejado de serlo por diversas razones-. Y, como en cualquier empresa en esta situación, se ha podido pensar en realizar un ERE.

 

¿Cómo se han gestionado desde La Fageda este tipo de situaciones?

Lo que caracteriza La Fageda ya desde sus inicios, es un objetivo muy claro, y es el de generar trabajo con sentido para personas de colectivos de riesgo. La actividad es solo el medio para conseguir un fin social más amplio.


A lo largo de la historia La Fageda ha demostrado una capacidad de reinvención constante ante los cambios en el mercado y contexto, tanto iniciando nuevas actividades como cerrando otras menos viables. La flexibilidad y la capacidad de respuesta han sido clave en la gestión de estos cambios. Cuando alguna actividad se volvía menos viable debido a cambios externos, como variaciones en la demanda del mercado o modificaciones en las regulaciones, La Fageda ha buscado activamente alternativas que permitan mantener los empleos y cumplir con su misión social. Esto a veces ha implicado la diversificación de productos o servicios o la búsqueda de nuevos mercados.

 

Desde una empresa se podría pensar en ayudar a colectivos vulnerables dándoles una oportunidad laboral, pero a cambio de ser utilizados como mano de obra barata.


¿Podría encajar este planteamiento en La Fageda?

No, en absoluto. Un pilar ideológico fundamental del fundador en el momento de impulsar La Fageda fue que la empresa social que deseaba crear no fuera la mano de obra barata de nadie.


La Fageda se caracteriza por su compromiso con la inclusión social y el bienestar de las personas de colectivos vulnerables, no solo ofreciéndoles oportunidades laborales, sino que se centra en la integración real y el desarrollo integral de las personas en situación de vulnerabilidad. Esto implica proporcionar un entorno de trabajo seguro, adaptado y propicio para el crecimiento personal y profesional de cada individuo. Además del acompañamiento por parte de psicólogos y trabajadores sociales, se ofrece formación y acceso a servicios de salud como fisioterapia y podología.


Además de esto, muy a menudo es necesario adaptación horaria según las necesidades individuales de cada empleado. Esto puede implicar ajustes en la jornada laboral, periodos de descanso o modificaciones en las tareas asignadas. Esta flexibilidad horaria es fundamental para asegurar que las personas en situación de vulnerabilidad puedan desempeñar su trabajo de manera óptima, teniendo en cuenta sus particularidades y circunstancias personales.


Las cuestiones ambientales (ASG)

 

La Fageda no solo practica la acción social, también se cuida el medioambiente. Destacan sus iniciativas en materia de economía circular, en la gestión de sus proveedores -que en un porcentaje entorno al 50% son de proximidad-, en su plan de acción para reducir la huella de carbono, en la utilización de energías renovables e infraestructuras propias -una depuradora, una planta de compostaje y una caldera de biomasa- que contribuyen de una forma decisiva a una gestión responsable del entorno.


¿Es posible hacer compatible el necesario cuidado del medio ambiente con un desarrollo económico capaz de generar empleo?

Pensamos que sí. La Fageda está ubicada en un entorno privilegiado, dentro del Parc Natural de la Zona volcánica de la Garrotxa, y ya desde sus inicios tenemos un compromiso con la preservación del entorno. Contamos con una depuradora propia y una planta de compostaje. Un porcentaje alto del consumo de agua proviene de pozos propios. Hace un año instalamos placas solares. El cartón que utilizamos tiene la certificación FSC de gestión de bosques responsables y también contamos con la Carta Europea de Turismo Sostenible que nos concede la Federación de Parques Naturales de Europea por nuestras buenas prácticas en la gestión del Servicio de Atención al Visitante. Mas de 40.000 personas nos visitan anualmente.

 

El cuidado de los animales se ha convertido en un requisito para su explotación en el mundo desarrollado.

 

El cuidado de las vacas ¿es solo un coste? o, por el contrario, ¿aporta alguna ventaja?

El cuidado de las vacas no debería ser visto únicamente como un coste, sino más bien como una inversión desde diferentes puntos de vista.


La sección de ganadería es importante para La Fageda al generar unos puestos de trabajo con unas características diferentes a otras secciones del proyecto. Proporciona oportunidades laborales en el exterior y en contacto directo con los animales.


De acuerdo con nuestros valores, al respeto que se merecen lo seres vivos, el bienestar animal es una prioridad en La Fageda, y se refleja en el cuidado y la atención que se les proporciona a nuestras vacas. Un ambiente saludable y confortable, así como una alimentación adecuada y agua de calidad, son fundamentales para garantizar su bienestar y su producción de leche óptima. Esta leche de altísima calidad la utilizamos para la fabricación de los yogures.


La cuestión de la Gobernanza (ASG)

 

La Teoría de los Grupos de Interés (Carroll y Shabana, 2010; Freeman, 1984; Porter y Kramer, 2011) explica cómo crear valor, en forma de innovación, a partir de un diálogo activo con los Grupos de Interés -alineado con la cultura y valores empresariales y centrado en los aspectos ASG-.

 

¿Cómo escucha La Fageda a sus trabajadores, a la sociedad que le rodea, a las administraciones públicas… en definitiva, a su entorno?

Incentivamos mucho la participación y el diálogo con todos los grupos de interés, que son muchos y de naturaleza muy distinta. Por ello contamos con distintos canales de comunicación y uno de los más relevantes con relación a los públicos externos es como hemos citado antes el Servicio de Atención al Visitante. En el ámbito interno, son muchas y variadas las sesiones que llevamos a cabo para que todos los públicos estén informados y recibir feedback. En la comarca trabajamos de manera muy conjunta con los servicios sociales y la red de salud mental.


La Fageda es un ejemplo inspirador de cómo una iniciativa social puede responder a las necesidades de la comunidad, en este caso, de la comarca de la Garrotxa. Hace 40 años, nació como una respuesta concreta a una necesidad social, y lo hizo a través del trabajo.

Para comprender plenamente La Fageda, es necesario verla como una entidad que pertenece a toda la comunidad. Cada acción que toma ya sea en la creación de oportunidades laborales, en la producción de productos de calidad o en su implicación en proyectos que atienden necesidades de los colectivos en riesgo más allá del ámbito laboral, es un testimonio de su compromiso con el bien común. En este sentido, es crucial reconocer que La Fageda no es solo un proyecto, sino un recurso comunitario que beneficia a todos.

Entender La Fageda de manera individualizada sería limitar su importancia e impacto. Es a través de su relación con la sociedad y su contribución al tejido social que realmente se puede apreciar su significación. Por lo tanto, valorarla en su contexto comunitario es esencial para comprender plenamente su misión y su propósito.

 

La cultura de empresa de la Fageda basada en una renuncia a las prácticas paternalistas (proteccionismo), en la práctica de la transparencia -decir lo mismo en todos los sitios-, en el trabajo honesto y bien hecho, en la promoción de las elaboraciones que aporten valor… parecería un ideal difícil de alcanzar para otras empresas

 

¿Se podría promover esta cultura en una empresa o solo es recomendable para fundaciones?

La cultura organizacional de La Fageda puede ser un modelo inspirador para cualquier empresa que desee promover valores de responsabilidad social, transparencia y compromiso con el bienestar de la comunidad, independientemente de su estructura legal o financiera.

 

Una empresa se podría definir como un grupo de personas que, juntas, son capaces de crear un valor, que resulta ser financieramente rentable. Bajo esta definición, un buen ambiente laboral es esencial para la eficacia empresarial. Sobre esta cuestión hay diversidad de criterios entorno al uso de los premios (bonificaciones económicas), o bien las sanciones, para gestionar e incentivar a las personas que forman parte de un equipo.

 

¿Cómo se promueve en La Fageda el trabajo en equipo bajo la exigencia de unos resultados?

La Fageda de hoy se ha construido sobre la base del esfuerzo y la dedicación de numerosas personas a lo largo de los años. Es un proyecto que ha sido moldeado gracias al compromiso y la colaboración de todos los que han contribuido a él. En este contexto, promovemos activamente el trabajo en equipo como una parte fundamental de nuestra cultura organizacional.


Nos enfrentamos a estándares muy exigentes en cuanto a calidad y seguridad alimentaria. Estas normativas son indispensables para poder competir en el mercado y garantizar la confianza de nuestros consumidores. Para cumplir con estos requisitos, es crucial que todos los equipos trabajen en conjunto, compartiendo conocimientos, ideas y esfuerzos para alcanzar nuestros objetivos comunes.


Promovemos un ambiente donde se valore la colaboración y se fomente la comunicación abierta entre todos los departamentos y niveles jerárquicos. Reconocemos que cada persona aporta habilidades únicas y perspectivas valiosas, y creemos en la importancia de aprovechar al máximo el potencial de las personas.

 

Otro aspecto disruptivo en la cultura empresarial de La Fageda es que no sigue el dogma financiero del crecimiento continuo o ilimitado. Pero crecer no solo es incrementar el volumen de ventas; también puede ser considerado crecimiento las mejoras en los procesos, el lanzamiento de nuevos productos…


¿Cómo se plantea en La Fageda el crecimiento?

En La Fageda, el crecimiento se plantea de manera muy cuidadosa, con un enfoque centrado en el proyecto social y en las necesidades de la Garrotxa. Aquí, el crecimiento no es un objetivo en sí mismo, sino que se considera solo si el proyecto social lo requiere. Esto significa que el crecimiento no se persigue simplemente por razones comerciales o de expansión, sino que se evalúa en función de su impacto en la misión social de La Fageda y en el bienestar de las personas que formamos parte del proyecto.


Es importante tener en cuenta que, en La Fageda, si hay un retroceso en la producción de kilogramos de productos fabricados, se busca compensarlo mediante la búsqueda de nuevos mercados. Esto se debe a que el compromiso con la creación y el mantenimiento de puestos de trabajo es fundamental. En lugar de reducir empleos en respuesta a una disminución en la producción, se busca activamente expandir el alcance de La Fageda para garantizar la estabilidad laboral y económica de sus empleados y sus familias.


Reflexiones finales

 

En esta entrevista se han mostrado muchas ideas que pueden resultar útiles para otras organizaciones. A mi modo de ver podrían extraerse dos lecturas igualmente interesantes. La primera tiene que ver con un proyecto social que consigue ser rentable y económicamente viable, mostrando así el camino a seguir para las empresas que son objeto de inversiones sociales de impacto. Estas, según la definición de inversión de impacto del Global Impact Investing Network, deben conseguir un impacto social o ambiental al mismo tiempo que se obtiene una rentabilidad económica, y en ambos escenarios La Fageda obtiene excelentes resultados. La segunda lectura, y quizás la más útil para las empresas que quieren incorporar la sostenibilidad -cuestiones ASG- a su estrategia empresarial, tiene que ver con la necesidad de conseguir una ventaja competitiva que las permita vender sin recurrir exclusivamente a una bajada de precios y/o salarios, donde competidores turcos, marroquís, chinos… parecen tener ventaja. Y en eso tiene éxito La Fageda que, no compite ni en precio ni por sus bajos salarios. Parece sencillo, pero muy pocas empresas lo consiguen. De hecho, La Fageda logra entrelazar perfectamente una acción social importante, con un cuidado al medio ambiente, y con una eficacia económica. Estos tres aspectos llegan a retroalimentarse en perfecta armonía: la eficacia económica sirve de motivación a los trabajadores, y el cuidado al medio ambiente mejora el producto final y lo hace atractivo para los clientes.

 

De entre las posibles claves del éxito de La Fageda, quizás la más importante resida en la calidad de su gobernanza (ASG), entendida en sentido amplio: gestión económica, cultura de empresa, estrategia a largo plazo, desarrollo sostenible, relaciones con sus grupos de interés... Y para conseguir algunos de estos beneficios en una empresa, con una gestión habitualmente centrada en el corto plazo, puede que la alineación entre sus Inversores y CEOs entorno a la consecución de objetivos situados en el largo plazo sea necesaria. En el largo plazo se verían favorecidas, por ejemplo: la existencia y aplicación práctica de un propósito que incorpore las cuestiones ASG; la innovación -no repartiendo beneficios cuando se requiera-; la concreción de una estrategia empresarial con objetivos razonables situados en el largo plazo, donde es más fácil comprender la eficacia económica de las cuestiones ASG; la promoción del trabajo en equipo; etc. Los espectaculares resultados actuales de La Fageda, sociales y económicos, solo pueden entenderse desde una gestión realizada con el foco puesto en el largo plazo.



Referencias bibliográficas

 

Carroll, A.B. y Shabana, K.M. (2010). The Business Case for Corporate Social Responsibility: A Review of Concepts, Research and Practice. International Journal of Management Reviews, Vol. 12, No. 1, 2010, págs. 85 - 105.

 

Freeman, R. E. (1984). Strategic management: A stakeholder approach. Boston: Pitman

 

Porter, M.E. y Kramer, M. (2011). Creating shared value. Harvard Business Review, enero – febrero 2011

 


 
 
 

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